BODEGA DOLIUM Con grandes logros en su historia

Después de tantos años sin visitarla, volver ha sido un gran placer. No solamente por la atención de su propietario, Ricardo Giadorou, sino porque reviví los vinos que conociera y me sorprendieran, allá en los primeros años del 2000.

Historia y no tan antigua, primera bodega subterránea de Argentina en la Mendoza donde las inversiones se acomodaban y buscaban más.

Esos años donde Paul Hobbs era el asesor de la bodega y elegía las uvas para elaborar grandiosos Malbec y un Cabernet Sauvignon siempre recordado.

Con largos vaivenes, sufrió la inestabilidad de nuestro país a pesar de ser una de las bodegas pequeñas con vinos de excelencia en la época de la reconversión. Hoy ya sin sus dos motores, su padre, Mario, quien fuera de la idea de tener lo mejor, y para eso había que construir con lo mejor y contratar lo mejor que hubiera en oferta en la provincia.

Eran años de movimiento, reflejos del cambio de siglos en los paradigmas vitivinícolas.

Y tampoco la entrañable Emma, su madre, que hasta sus últimos días visitaba la bodega y se empapaba del quehacer de la industria.

Emplazada en una zona de privilegio, Agrelo, Luján de Cuyo, de donde salen vinos de excelencia, cuna de grandes vinos de Argentina, Malbec sobre todo.

Sorpresa en la visita, esperaba en una mesa la vertical extendida de su vino ícono, Dolium Gran Reserva, desde el inicial 2000 hasta el posible 2017 (aún no está definido)

Dolium Gran Reserva 2000: desde todo punto de vista es una sorpresa. Que aún viva (gran logro para un vino argentino), taninos redondeados y muy finos, no degradados. Buena acidez con sabor leve a amaretto y con la crianza tan bien puesta. Impecable, por historia y por presente.

Dolium Gran Reserva 2002

Dolium Gran Reserva 2003

Dolium Gran Reserva 2004: es difícil explicar que sus taninos aún están por crecer, pero es así. De buena estructura (lo que habrá sido), sobre todo es elegante. De larga persistencia.

Dolium Gran Reserva 2005

Dolium Gran Reserva 2006

Dolium Gran Reserva 2007: de gran ingreso dulce, con sus taninos redondeados, vivos. Acidez en equilibrio, impecable en sensaciones vivas. Gran persistencia y excelente final de boca. “Tan sólo tiene 16 años de vida”. Impactante.

Dolium Gran Reserva 2008: aunque la cosecha fuera complicada, el vino está incólume. De muy buen volumen, acidez equilibrada, taninos redondeados y finos. Aún con larga vida por delante. De gran persistencia.

Y aquí lo complicado, ¿2007 o 2008?

Argentina tiene, pocos, pero tiene vinos de guarda. Aquí la confirmación.

Dolium Gran Reserva 2009

Dolium Gran Single Vineyard 2009

Dolium Gran Reserva 2010: ¡sus taninos aún están por redondear! De muy buen volumen, su acidez está equilibrada con el alcohol. Posee excelente crianza que resalta cualidades de la fruta. Muy buena persistencia. Elegante. Grandioso.

My Dolium Barrel 2013

Dolium Gran Single Vineyard 2013

My Dolium Barrel 2016

My Dolium Barrel 2017: daría la sensación que vuelve la impronta Dolium, vinos con buena potencia, crianza fina, de muy buena fineza y gran largo de boca. Para seguir de cerca cuando aparezca en el mercado.

Actualmente con la enología de Manuel Mas, la saga de la bodega continúa. Sus referentes fundadores estén en el recuerdo aunque sus almas merodean por la bodega para no desviar el legado.