“RESISTENCIA NATURAL” Nueva película del creador de Mondovino

En el espacio INCAA Gaumont, organizado por la bodega argentina Chakana y la certificadora Demeter, se presentó la nueva película del director Jonathan Nossiter.

Recordado por realizar “Mondovino”, su nueva película también llega con polémica.

Las imágenes transcurren en diferentes zonas de Italia, donde aparecen productores que manifiestan las bondades de la biodinamia en pos de la sustentabilidad y el mejor criterio para el cuidado de la salud del consumidor.

Con escenografías cuidadas, monólogos y algunos buenos diálogos entre ellos, la película transcurre en un ámbito de empoderamiento de lo natural y de acrecentar la fidelidad al dogma. Sin explicar cuáles son los métodos o formas para llegar o traspasar de lo tradicional a esta cultura.

Según explicó Jonathan Nossiter. Lo que me emocionó de los actores-agricultores de ‘Resistencia Natural’ es que para ellos plantar, amar una planta, es un acto cultural. Hasta el final del 1600, la palabra ‘cultura’ quería decir sólo una cosa: ‘trabajar la tierra’ y es en los últimos 300 años que nació el concepto de ‘alta cultura’. La separación del gesto del agricultor, del gesto del pintor o de quien escribe es un algo moderno y es una falencia, una dolencia”,

El amor por la tierra viene por genética. Habitualmente los que la trabajan o sus propietarios son descendientes de quienes empezaron las labores, por lo menos en Argentina.

Sin ir más lejos, bien vale haber visto en épocas de la reconversión como los capataces de los campos veían tirar al piso la fruta meses antes de su maduración. Sus caras lo decían todo, no entendían que de esa forma se mejoraba la calidad de las uvas que quedaban en la planta y por ende del vino, por lo que lo visualizaban como una herejía, algo que les costó un año cuidar.

Con esta película creo que deberíamos preguntarnos, al margen del cerrado dogma, si nuestro clima es apto para trabajar bajo los postulados de Rudolf Steiner., pues aunque el fin es loable, deberían realizarse, entre otras cosas, muchas concesiones o excepciones a ellos, como ha pasado en algunas certificaciones.

Lamentablemente las necesidades (aumento poblacional) conspiran muchas veces contra los beneficios de la calidad o el valor energético de los alimentos, que generalmente van en contrapartida a la resistencia a plagas o enfermedades.

Los agroquímicos son un mal de esta época, y no conocemos aún los detalles de los problemas que pueden acarrear, en el tiempo, en  nuestra salud.

Cambios climáticos hubo desde el nacimiento de la Tierra, y no se usaban agroquímicos.

Cierto es que en Francia algunos productores lo implementan y muchos sin certificar.

Algunos vinos trabajados con cultura biodinámica en Europa son para agendar, sin dudas.

Como expresión de deseo me hubiera gustado encontrar a alguien abierto a distintas opiniones y que explique con fundamentos algo que no es científico. Y no como fundamentalista.

Sólo un deseo personal.