Proyecto personal en ciernes y asesoría externa en Monteviejo
Hay vientos de cambio en Bodega Monteviejo (Clos de los Siete). Quien fuera el alma mater de ella durante más de veinte años tomará otra función y dejará el día a día al Lic. José Omar Mounier.
Desde sus inicios, cuando comenzara el camino de la bodega junto a Catherine Pere Verge (propietaria, legado hoy de una apasionada) ha sido elegido por Michel Rolland como su pupilo y mimado para la travesía argentina, nada menos.
Mal que le pese a algunos, extranjeros y connacionales, es uno de los mejores.
Fue el primer enólogo argentino en lograr la mayor puntuación para un vino (100 puntos), Chateau La Violette 2008 Pomerol (Francia), superó a grandes (por calidad) y tradicionales bodegas de la zona por lejos. Un vino de envergadura extraterrestre.
A ese logro le siguieron muchos otros internacionales. Es en su vida profesional (tiempo presente) una continuidad, no sólo una presea.
Marcelo Pelleriti posee un estilo que mantiene y que es diferente a la moda actual, con madurez, buena crianza (por tiempo y calidad), vinos con estructura y para guarda en el tiempo pero que ya se pueden disfrutar, que destellarán con los años, elegancia como pocos en Argentina.
No claudicó y caminó por la misma calle, la de la concentración, sabores definidos, integrados, largos. Su estilo.
Con él aprendí en una de mis primeras visitas a Monteviejo, allá por el 2006 o 2007, el significado de micro vinificación en barricas. Manos a la obra, desarmó una de ellas y comenzó con todo el proceso.
Para que podamos comunicar debemos entender de qué hablamos, y qué mejor que le enseñen in situ.
Ha sido feroz la crítica respecto de sus vinos, me equivoco, en realidad sólo un trasandino que lo tildó de formar parte de un “trío de salvajes” junto a una enóloga y otro colega. La ignorancia hizo que prevalezca su propio gusto y no intentar evaluar la calidad.
Una pena que en Argentina, algunos, aún lo tengan en cuenta.
El último de los recuerdos que contaré, aunque hay muchos más, es cuando conocí durante varios días, Pomerol y Saint Emilion (Francia). La experiencia con los técnicos de su equipo, los vinos de toda esa zona, de su mano. Inolvidable.
Zona cara a mis afectos, vinos que descollaran para mi sensibilidad desde hacía 20 años, anteriores a ese 2017 de gloria.
Parece que la noticia disparó en mi memoria situaciones y vivencias que, aunque son auto referenciales (soy consciente que no debería hacerlas), creo que la mejor manera de dar a conocer la noticia de su nueva etapa es agradecer sus enseñanzas.
Hospitalidad y grandeza. Como persona y como profesional.
Licenciado en Enología argentino que ha demostrado ser uno de los que viene para recalar en el lugar de los grandes, una vez que estos se retiren.
Es sólo el fin de una etapa con la gestión general de Bodega Monteviejo. Seguirá como asesor enológico externo y soportando la imagen y la comercialización, con la parte enológica siempre presente y encima. Su proyecto personal saldrá a la luz, tendrá mayor preponderancia, habrá más tiempo para dedicarle, además de asesorar bodegas argentinas y en el mundo (España, Italia, EEUU y otros)
Pocas palabras para dar a conocer qué hizo quien trabaja en la industria desde la reconversión, que crea marca Argentina a su paso por el mundo.
Uno de los mejores toma otro rumbo.