FERIA UMAMI ALTA GAMA

Se realizó el pasado 16 de Octubre la reunión anual de las bodegas que pertenecen al portfolio de Consultora Umami, propiedad de Alfredo Saenz, con el fin de dar a conocer sus vinos.

 

Diversidad de bodegas, desde muy pequeñas y medianas, en un ambiente climatizado y de buena disposición, entre las que pude probar vinos de Bodega Grupo WHT (Huarpe y Riglos), Doña Paula, Viña Las Perdices, Urqo, Celler del Pi.  Algunos de ellos llamaron poderosamente mi atención.

 

Entrevisté a dos propietarios y winemakers presentes en la Feria para conocer su actualidad y parecer acerca de la industria.

Uno, José Hernandez Toso, propietario de Huarpe-Riglos (Grupo WHT), quien posee tradición familiar de 134 años en la actividad vitivinícola argentina.

José es uno de esos enólogos de bajo perfil con productos de gran relieve y  precios de sus vinos mucho más que acomodados para un profesional con formación en Alemania, con experiencia europea también, en su trabajo posterior.

 

Allá por los inicios de la primera década del 2000, en su muy buen derrotero como enólogo principal de bodega grande de Argentina, despuntó el vicio por las cepas blancas aromáticas de Alsacia: Riesling y Gewürztraminer, (variedades que fueron parte de su formación profesional) y elaboró exponentes de suma calidad tanto en vinos secos como dulces.

 

Incansable en experimentación, tiene parcelas en Agrelo y en Gualtallary con diferentes variedades, algunas de ellas innotas para nuestra colección, por caso Palas (variedad tinta alemana) con pocas plantas pero con el compromiso moral, como él cuenta, de poder elaborarlo en Argentina.

Considera ante la pregunta, que el Cot es una variedad a tener en cuenta. No sólo por ser más productivo sino que se pueden lograr muy buenos vinos de esta variedad controlando esa productividad y ya con viñedos equilibrados por la edad que tienen.

 

El consumidor solicita vinos menos pesados, menos tánicos, más frutados y fluídos. A pesar de que sobre gustos hay mucho escrito, el consumidor de vino de alta gama sigue buscando el equilibrio de crianza-fruta aunque sea en valores altos de alcohol-acidez y taninos, declara José Hernández Toso.

Lo importante en los vinos de Bodega Huarpe-Riglos es el equilibrio en la madurez, despojándose un poco de los vinos más ácidos.

Un gran vino no es un vino no estructurado y que no tuvo madera, pero hace la salvedad del Pinot Noir, que allí si lo tomaría como la excepción a esta “regla”.

Es uno de los profesionales que no le teme al alcohol alto, pero aclara siempre que esté equilibrado (aunque suene reiterativo) con los polifenoles y la acidez. Recuerda que su familia proviene de la región de los vinos Barolo en donde los alcoholes ya de por si son altos.

Respecto de la desalcoholización sostiene que desestructura los vinos, al margen que la ósmosis inversa que está en Mendoza que agrega una cantidad de agua superior al 15% por lo que no podría ser vendido como producto vino.

 

Como particularidad me cuenta que en la bodega existe un fragmento de muro, en el Km 30, que para Mendoza, para Argentina y toda América Latina es tan importante porque fue la primer parada del Ejército del Gral José de San Martín antes de cruzar la Cordillera y liberar a Chile. Orgullo mendocino. Y argentino.

 

Para terminar, está en el final del desarrollo de un estilo Amarone que lanzará a la brevedad y perfeccionando cosechas tardías con diferentes variedades.

 

El segundo de los winemakers es Juan Carlos Muñoz, propietario de Viña Las Perdices.

Generó ante mi una sorpresa, pues ante la pregunta de su producción anual cuenta que es de 5 millones de botellas, quien hubiera pensado esto en sus inicios, allá por 2004.

Con el transcurso de los años han puesto mucho foco en variedades no tradicionales, por caso en blancos: Albariño, Riesling y Gewürztraminer y desde los inicios en variedades no tan conocidas para la época como Viognier y Pinot Gris. Parece un adelantado por el mayor consumo en la actualidad de este color de vinos.

Para su buen gusto, hay una tendencia de mayor consumo hacia los vinos blancos y rosados, incluso con tendencia mundial donde algunos países ya tienen un 50% del total en vinos blancos.

También ha incursionado en Torrontés Riojano que ha implantado en Agrelo, Luján de Cuyo Mendoza.

Afirma, si en Salta hacen excelentes Malbec por qué en Mendoza no se pueden hacer excelentes Torrontés.

 

En tintos trabajan de manera más amplia que en blancos, claro, y también lo hacen en variedades no convencionales, pues comenzó hace casi diez años en Cabernet Franc cuando no era tan conocido como hoy, o al menos no estaba de moda. La línea que engloba esas variedades es “Ala Colorada”, donde además del Cabernet Franc tiene Petit Verdot, Tannat y Ancellotta. Esta última es una variedad que debe domarla pues tiene mucho color y volumen en boca, por lo que le da una crianza más prolongada (15 meses) y maneja la maceración con temperaturas bajas y de corto tiempo (pocos días)

Éxito logrado pues vende la misma cantidad de Ancellotta que de Cabernet Franc.

 

Absoluto creyente de la diversidad en los estilos y los gustos, no es tajante en el tema modas, no toma partido y logra estar abierto. Así es fiel al estilo que tenían en las líneas existentes y en las nuevas se han permitido crear elaboraciones con otros perfiles.

En sus vinos de alta gama perduró tener uvas con muy buena madurez (no sobre madurez) y buena crianza.

Cree que lo importante es ofrecerle al consumidor diversidad, diferentes productos en donde los estilos marquen esa diferencia, con menos madera y alcoholes menores con acidez/frescura mas notoria.

Es muy cauto en los puntos de madurez, que las cosechas no sean extremadamente anteriores al punto, para lograr productos por sobre todo equilibrados.

 

Por último sobre la desalcoholización de los vinos, respecto de la ósmosis inversa cree que se debe seguir trabajando porque el producto no logra ser amigable, queda muy “desarmado” Lo poco que ha visto puede ser interesante cuando se lo complementa con espumante o cuando le coloca algo de azúcar o saborizante, por supuesto saldría en otra categoría.

De esa manera, según su entender, se puede lograr algo interesante, mejor que el desalcoholizado solo.

 

Fernando Losilla está encargado de los espumantes en la bodega, uno de los especialistas en nuestro país.

Desde el año pasado posee pequeña champañera propia, con 6 autoclaves y 120 mil litros de capacidad de fermentación, porque está convencido que se pueden lograr  espumantes método Charmat de muy buena calidad y precios acomodados. Importante apuesta por los espumantes a pesar de la profundidad de la crisis, todas las categorías sufrieron el año pasado pero este segmento de vinos en especial.

 

Muy buena feria de vinos en donde estuvo controlada la cantidad de personas para poder disfrutar conversar con enólogos y propietarios, probar diferentes vinos y que me permitiera entrevistar a dos personajes de la industria con bajo perfil.