Los vinos espumantes no son algo nuevo en nuestro país, ya a principios del Siglo XX se elaboraron a sabiendas de una clase social que consumía Champagne por sus asiduos viajes a Francia.
En los años ’90 comenzó La reconversión de la industria vitivinícola argentina y con ella la tecnificación de bodegas y viñedos, especialización que permitió acercarnos a los sabores del mundo.
Logramos insertarnos y competir. Conseguimos, no sólo cómo éramos, un país productor y consumidor de envergadura sino también un país exportador de relevancia.
Hoy nos toca ampliar, estudiar para ser más precisos y lograr, en este caso, espumantes con mayor complejidad y calidad, saber y conocer en detalle cada uno de los procesos para conseguirlo.
Y si es por eso, Bodega Rutini entendió el momento, la necesidad de diferenciarse del resto, incluso de algunas dedicadas casi en exclusividad a dicha elaboración.
Quien está a cargo de los espumantes, aunque hoy es segundo de toda la bodega, Mariano Di Paola (h) ingresó de manera efectiva en el año 2014, fue el mentor de la “revolución” emprendida por la bodega.
Comenzó con la cosecha del 2015 la reconversión de la fábrica de espumantes junto a los asesores franceses Jean Pierre Valade y Philippe Pla, contratados para tal fin a partir de ese año.
Para esa revolución necesitó no sólo estudiar y preparar la bodega, también ir al lugar de origen, a la zona de Champagne (Francia). La recorrió en los años 2017, 2018 y 2019 de la mano de sus asesores.
El primero de esos años lo dedicó a las técnicas de toma de espuma (generación de burbujas) y al fraccionamiento.
El segundo a la cosecha, madurez y acidez propia, al prensado y a la fermentación de los vinos bases.
Y el tercero a degustar en cada una de las casas de la región, aunque no escatimó en recorrer otras regiones de Francia, para entender los Cremant y otros exponentes franceses de diferentes estilos y métodos.
En la Champagne buscó la máxima precisión, búsqueda de tecnología, asimilar los puntos de madurez necesarias para productos de suprema calidad y cómo encontrar la suficiente capacidad de generar esas burbujas y complejidad tan características de los Champagnes de alto vuelo.
Logró recrear su propio método de generación de levaduras, en particular para no depender de los altibajos de calidad de las levaduras seleccionadas sin querer afirmar algo discutible, que según algunos técnicos, puedan transmitir el sabor de origen, y otro de los motivos, que en épocas de crisis de reservas argentinas (como en los últimos 12 años) poder conseguir importarlas.
Hoy está en una etapa del trabajo donde prueba técnicas en busca de equilibrar la cantidad de anhídrido sulfuroso que agrega, aunque ya son bajos respecto del promedio y que por sus actuales niveles ya podría ser considerado orgánico. Viñedos que respetan las normas orgánicas.
Trabaja con varietales de excepción, como en la Champagne, con Pinot Noir y Chardonnay, ambos de Gualtallary a excepción de (permitan mi adjetivación) un fabuloso Rosé de Malbec. No trabaja con Pinot Meunier porque según Mariano la fruta que se aprecia sensorialmente se apaga a medida que pasa el tiempo. Recordemos que en la Champagne la gran mayoría de los grandes exponentes no lo tienen en su composición.
Estableció diferentes líneas de producción, con marcas bien diferenciadas por sabores y complejidad, todas elaboradas por método Chamepnoise o tradicional (segunda fermentación en botella)
Trumpeter: Brut Nature
Extra Brut
Rosé de Malbec Extra Brut
Rutini: Brut Nature
Extra Brut
Antología Nature
Apartado Nature
Estas dos últimas etiquetas son zero dosage, subsiste tan sólo un mínimo porcentaje de azúcar residual sin agregados de licor de expedición. En la clasificación argentina son considerados Nature.
Los dos últimos elaborados en años excepcionales, ambos desde la cosecha 2016.
Bodega Rutini, que producía 150.000 botellas en el año 2015, llegó a las 400.000 en el 2023. Con aumento de la calidad, logró algo difícil para la categoría espumantes, sus dos grandes exponentes logran envejecer en botella en tal forma que podrá guardarlos para íntimos festejos o singulares recapacitaciones en turbulencias políticas como las actuales.
El mayor desafío que tiene por delante será crecer en cantidad de botellas sin alterar la gran calidad de sus productos.
Y si vuelvo a mis primeros renglones, sí que ha logrado diferenciarse del resto, sólo bastará ver los resultados de las últimas tres ediciones de la Guía de Espumantes. Siempre primero.