BODEGA LAMADRID Vinos y Restaurante con categoría

Mendoza resume en su extensión, muchas bodegas y restaurantes de gran calidad que apuestan día a día al trabajo y como meta la excelencia.

 

Ubicada en Las Compuertas (Luján de Cuyo), Bodega Lamadrid es una de ellas, emprendió el trabajo hace tres años y se propuso una actividad de excelencia. Comenzó una nueva “era” con el afianzamiento de su equipo técnico, renovado.

 

Empezar no significa llegar, pero bien vale el reconocimiento, por ejemplo de la Guía Michelin para su flamante restaurante Los Bocheros, como Recomendado 2025.

Está instalada en un casco histórico, de 1890, puesta en valor para mantener la impronta de finales de Siglo XIX y con bodega adquirida en 2008, cuya capacidad es de 2 millones de litros.
Propiedad del empresario cubano Guillermo García, instaló en nuestro país parte de su patrimonio como reflejo de su predilección por la actividad vitivinícola y por Mendoza. Su pasión por el vino está unida a su anterior materia empresarial, la comercialización de carne vacuna. Qué mejor unión que carne vacuna argentina con vino del mismo origen. Hoy, después de la venta de los frigoríficos y la comercialización en todo EEUU, mantiene la elaboración de vinos en un lugar único, con viñedos que datan de 1929 para su línea mayor.

 

Y en sus vinos, el año pasado aún en barricas, me sorprendió un vino inmenso, que prometía estar por encima del resto. Hoy es Matilde 2021, que ya fraccionado emerge entre los excelentes dentro de la variedad “argentina”.

 

En una nueva visita a la Bodega pude comprobar el salto cualitativo que ha tenido en este último tiempo, es notorio.

Desde sus líneas más accesibles, Lamadrid Single Vineyard $ 12.000, pasando por los Reserva, $ 17.800, Peñón de Las Compuertas $ 28.000 y sus Gran Reserva $ 33.900, hasta los dos en particular de los que quiero hacer mención destacada de mi última reunión

Lamadrid Single Vineyard Malbec D.O.C 2023 $ 18.000 puede competir con otros de la Denominación de precios más elevados sin sonrojarse. Guarda para sí ciruelas frescas sumadas a fruta negra apetecible y en equilibrio con la crianza tenue que aporta complejidad. De volumen medio y largo final no tiene nada que envidiar a vinos con más gala y renombre mediático.

 

Y por último el ya nombrado Matilde Malbec 2021, un vino que regala contundencia sin perforar paladares, con una fineza que empieza a denotar elegancia en la boca, en donde explotan las notas frutales pero acompañadas con las de crianza que tan bien le quedan, aportan complejidad y dan más vida por delante. Imposible resistirse a este vino. Para guardar largos años siempre que resista la tentación.

 

Una tentación volver a visitar en algún nuevo viaje a Mendoza para volver a probar sus vinos.