Es una constante que cada vez que visito el Valle Calchaquí me sorprenderé, una y otra vez, sea por los paisajes, la hospitalidad de su gente y sus vinos.
No es una exageración que será triple mi sorpresa, nuevamente.
Y este viaje no fue la excepción. Me ocurrió en una de mis reuniones, en este caso con el propietario de Bodega 13/20, Rubén Córdoba.
Quedé deslumbrado por su rica historia personal, sus anécdotas con músicos que veneré en mis años de juventud, Luis Alberto Spinetta, Litto Nebbia, Pomo, Macchi, Ara Tokatlian, y otros. Todo esto porque fue el representante del “Flaco” y a su vez Director de una de las revistas de música de la época.
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Reunión que conjugó emoción por recordar tiempos lejanos, años de sufrida represión al concurrir a recitales de “rock progresivo” y con la embriaguez de la satisfacción por la música y los personajes.
El tiempo es finito y el motivo de mi reunión era otro pero no quería que la conversación dejara de fluir y que un recuerdo llevara a más. Podría haber estado horas hablando de las bandas de aquellos años (’70) y escuchar sus anécdotas y vivencias desde adentro.
Che Che o como le decía “el Flaco”, “triple Che” a Rubén Córdoba, se apasiona de tal manera que contagia, sus experiencias con la música me hicieron revivir cada uno de esos momentos.
Al dejar de estar desde adentro en la música, volcó su adrenalina en otra de sus pasiones, los vinos. Y como explica detalladamente, está más orientado a la calidad, más a sentirse gratificado que a los fines necesariamente comerciales. Una vez más, volé con mi cabeza para recordar la antinomia, música comercial vs rock progresivo.
Rubén es un abogado que tiene como actividad principal el Derecho pero que al despuntar el vicio por su otra pasión, cada vez le otorga menos tiempo.
Junto a su esposa Beatriz Viscido emprendieron un nuevo proyecto. Compraron en 2005 tierras en Tolombón, Cafayate, 4 ha. y lograron plantar en 2012 con Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon y Syrah
Produce anualmente 10.000 botellas, con primera cosecha en 2019, año de su fundación.
El nombre de la bodega tiene su ascendencia en la sabiduría Maya. Según esa cultura, la frecuencia 13/20 tenía centrada su sincronización en el corazón, el arte y la naturaleza.
Habría que entender que para los Mayas el número 13 tenía un significado especial, estaba vinculado al ciclo lunar y considerado sagrado, era la transformación, el renacimiento, el ciclo de la vida.
Y el número 20 simbolizaba la perfección y plenitud absoluta así como la totalidad del universo.
Los números representaban mucho más que su valor numérico.
Sus etiquetas muestran el resultado de la combinación de esta simbología:
13 Blend: Bonarda-Cabernet Sauvignon-Malbec 2021
Es rojo rubí con buena intensidad y concentración. De muy buen ingreso dulce y acidez equilibrada. Taninos finos, medio-amplios, redondeados. Larga persistencia. De buena complejidad, fino y largo final.
13 Malbec 2020
13 Torrontés 2023
Che Che Mandinga Malbec 2021 (este año es de esta variedad)
Dos líneas, cuatro etiquetas en total.
Por fuera de su portfolio y como para entrelazar ambas pasiones, llenar el alma otra vez y volver de alguna manera a su viejo amor, elaboró un vino para Lisandro Aristimuño, “Para vestirte hoy Blend 2020”, assemblage 50% Malbec, 30% Cabernet Sauvignon y 20% Bonarda
Es un vino con importante rojo violeta con ribete ciruela. Ante todo denota salvajismo, maduro pimiento asado con finas notas a pimientas, con muy buena acidez y taninos casi redondeados también finos y amplios. Es muy interesante el volumen, que sin ser pesado es alto, con equilibrio alcohol-acidez que pide otra copa. Fino retronasal a especias y larga persistencia.
Es un vino fino del Valle Calchaquí.
Hay una línea directa a la decisión de dejar el alto contenido de decibeles, sea de la música o del trabajo en el Derecho para sostener la armonía en su nueva vida, en la filosofía Maya con el nuevo proyecto, ahora familiar, en un lugar único, repleto de energía.
Una de mis reuniones estrella en mi recorrida anual por Salta, donde no sólo conocí nuevos vinos sino que remontó mi memoria a tiernos y lejanos años por la pasión que imprimiera Rubén.
Bodega para tener en cuenta de acá en adelante, para seguir de cerca.