Mi gira por Salta ha sido extensa, si. Pero gratificante. Porque encontré lugares, personas y vinos que llenan de alegría, por su historia, calidez y calidad. El alma se regocija de tal manera que dan ganas de quedarse.
La historia que tiene el Hotel Altalaluna (Ruta 40 Km. 4326 Tolombón) es desde sus inicios, en 1892, momento en que se levantó el casco original. Fue casa de fines de semana y veraneo de la familia Michel Torino (la unión de dos familias, David Michel y Gabriela Torino).
Más de 130 años que la memoria debería recordar y dejar grabado en cada uno de los habitantes de Tolombón (Cafayate) y Salta toda.
Aunque deberé remontarme mucho más atrás en el tiempo, pues entre 1560 y 1563 los diaguitas liderados por Juan Calchaquí (bautizado así por los españoles) fueron los primeros en resistir la invasión realista, instalados con base en lo que actualmente es el pueblo.
Hay que recordar que los diaguitas también sufrieron y resistieron antes la invasión inca.
En los fondos de la propiedad de Altalaluna existe la creencia de que el cacique Juan Calchaquí tuvo la última morada hasta su fallecimiento, del que se desconoce el motivo de su muerte, alrededor de 1580.
Detrás del alambrado, al final de los viñedos (no forma parte de la propiedad), existen las ruinas, vestigios del antiguo asentamiento de Tolombón.
Ya en el Siglo XX, en la década del ’20, sirvió de base para la Escuela N° 48, lugar en donde se dio especial atención para que las niñas tuvieran la inclusión en las aulas al igual que los varones. Pionera.
Y ahora como hotel, con sólo 20 habitaciones para potenciar la buena atención en tan amplio espacio. Allí no sólo se disfruta la historia que brevemente conté, el lugar es mágico.
Viñedos, lobby al fuego del hogar para tardes frías o la galería para tardes templadas y cómo no, gastronomía, con las empanadas salteñas que invitan a quedarse allí.
Y para completar el círculo, los mismos dueños del Hotel Altalaluna son los propietarios de Bodega Tukma, con enólogo de fuste, José Luis Mounier, quien elabora no sólo los vinos propios sino que también Finca Las Nubes y Tukma.
Entre otros vinos que probara, hay algunos para destacar sobremanera:
Tukma Gran Torrontés 2022: de los grandes Torrontés de Argentina (y pocos grandes)
Tukma Altura 2670 Sauvignon Blanc 2021: raro como varietal debido a su gran altura, con notas a espárragos y morrón amarillo, volumen medio/alto y larga persistencia.
Finca Las Nubes Malbec 2024
Finca Las Nubes Cabernet Malbec 2024
Tukma Reserva Malbec 2022 muy buna sensación a incienzo y ciruelas maduras. El pimiento rojo aparece por retronasal, intenso. Larga persistencia. Fino
Tukma Reserva Malbec 2025 aún sin fraccionar apuntando a buena fineza. Tanino medio/alto por terminar de redondear.
Tukma Microvinificado en barricas de roble Malbec 2025 aún sin fraccionar llamativa buena fineza del tanino y en buen grado de redondez. Es fino. Para tener en cuenta en el tiempo.
De esas reuniones que uno no quiere perderse, sólo son una vez al año.