EL DESPEGUE DEL ESPUMANTE EN ARGENTINA

Esta categoría de vinos ha crecido de manera sostenida a lo largo de la última década. Y lo ha hecho por diversos motivos, pero para ello necesariamente haremos algo de historia. Breve, brevísima.

 

Argentina es un país con larga tradición en materia de espumantes (más de 100 años, desde 1901), con un primer impulso creado por los inmigrantes que llegaron a nuestras tierras desde mediados del Siglo XIX, y que a principios del Siglo siguiente elaboran las primeras versiones criollas.

Antiguamente con el nombre “champagne” o “champaña” en sus etiquetas, servían de consuelo para las clases pudientes de la época que consumían verdadero Champagne francés, del que eran adictas por sus largas estadías en tierras europeas.

 

Un segundo impulso lo dio la instalación de Chandon, en 1959 (Agrelo, Mendoza),

que algunos años más tarde se convertiría en uno de los principales referentes del mercado doméstico. Ese impulso se frena en las décadas del ‘70 y ’80 con motivo de la grave crisis que atravesó el sector vitivinícola, motivo por el cual desaparecen algunas fábricas. Tal el caso de Gargantini, Tittarelli, Arizu, Calise, Filippini, Espiño, Quirós, entre algunas otras.

Hubo un pequeño marcha atrás.

 

El último de los impulsos, el tercero, quizás el más importante, que tenemos bien fresco en la memoria.

Algo que a priori podría resultar adverso para cualquier industria.

Fue en el año 1999 con la imposición del Impuesto Interno por Ley 25239 y desde el año 2005 (Decreto 58) que se eximió contra la inversión del 125% del impuesto a pagar, medida que se renueva año a año por las distintas administraciones nacionales.

La cuestión de fondo, subsanada por el beneplácito del Poder Ejecutivo de turno está salvada. Pero la falta de estabilidad jurídica, de la que tanto hablamos durante los años de mercurio (2003-2015), conspira contra los elaboradores, que no tienen claro si al año siguiente perderán rentabilidad al tener que tributar dicho impuesto.

 

Para explicar en números dicho crecimiento:

Año            Bodegas      Millones de litros   Repres.%/Vinos

2005                59                     22                         1,7

2015               165                    46                         4,1

Se infiere que de la adversidad se toma posiciones de ganancia. La industria ante un cuadro negativo empujó para adelante y ganó unos cuantos pasos.

Tan importante es hoy la elaboración de espumantes en Argentina, y la cantidad de elaboradoras, que ya no hay una concentración.

El primer año de la exención las 5 principales empresas generaban mas de las ¾ partes del total elaborado (77%). Hoy, esas mismas, suman poco más de la mitad (51%).

 

Para subrayar, fue que la participación de los vinos espumantes respecto del total de los vinos mas que se duplicó, con lo que dejó de ser una línea más dentro del sistema para completar el portfolio de las bodegas. Es una categoría con peso propio.

Esta mayor oferta y participación también impulsó la desestacionalización, no solo se consume espumantes para festejos, Fiestas de Fin de Año, aperitivos o con postres sino que está mucho más dividido durante todo el período anual y ya mucha gente se anima a consumirlos en comidas completas.

 

Como vemos en las 68 notas de cata con puntajes, que demuestran la excelente calidad de todos ellos (sólo 4 son Cavas españoles), sin excepción, independientemente del precio en góndola. .

 

Hubo para todos los gustos de acuerdo a su clasificación y precios:

 

TIPOS:

3 Nature

17 Brut Nature

27 Extra Brut

10 Brut

3 Demi Sec

8 Dulces

 

PRECIOS

Entre $ 943 y $ 1050 Cuatro de los cinco mejores espumantes de los elegidos.

Entre $ 399 y $ 535 Veinte exponentes

Entre $ 225 y $ 382 Treinta y tres espumantes

Entre $ 77 y $ 180 Diez vinos

 

Una pena no haber probado los espumantes de Bodega Cruzat que dirige técnicamente el Ing. Pedro Rosell, “el” especialista más importante del país en este rubro, que inaugurara bodega en 2007 con toda la tecnología para su elaboración. Como así tampoco de quien presentara nuevamente un ejemplar de alto vuelo con altísima calidad y precio más que razonable, ahora con el nombre Fabre Montmayou Brut Nature, bodega recientemente premiada como mejor bodega de la Argentina (su versión Infinitus de Río Negro entre los mejores de la época, con varias cosechas, hasta hace ocho o diez años).

Un bache para subsanar en años venideros. .

 

Para terminar con los malentendidos acerca del por qué de los nombres que llevan en sus etiquetas, las clasificaciones de estos vinos de acuerdo al Anexo I de la Resolución del I.N.V. N° 1 del 2003, refiere que son espumantes, espumosos o champañas o champagnes aquellos que poseen una presión no inferior a cuatro atmósferas, que el anhídrido carbónico proviene de una segunda fermentación alcohólica en envase cerrado, y ésta puede ser obtenida por azúcar natural de uva, residual, por agregado de productos derivados de la uva, de la adición de sacarosa o la adición de licores a base de cognac a base de vino o aguardiente vínico.

 

De acuerdo a la misma reglamentación, los tipos de espumante varían según los límites totales de azúcar por litro:

Nature:         Menos de 3 gr/l

Brut Nature: Menos de 7 gr/l

Extra Brut:    Menos de 11 gr/l

Brut:             Menos de 15 gr/l

Demi Sec:    Menos de 40 gr/l

Dulce:           Mas de 40 gr/l

 

Hubo fracasos en dictar una ley que modificara la imposición original de 1999. Con las estadísticas en la mano por el comportamiento de la actividad en la década, sería una buena oportunidad para que desde el Gobierno Nacional, con quien hoy se puede dialogar y ser escuchado, se genere o apoye un proyecto de ley para derogar dicho impuesto. Hay que recordar que el vino es Bebida Nacional, y que éste no está gravado con Impuestos Internos.

 

Sin temor a equivocarnos, nuestro país es el productor de espumantes del Nuevo Mundo con mejor calidad, mayor cantidad y diversidad. Para elegir por método, por color, cortos o largos períodos de contacto en borras, más frutados o complejos, por variedad o blends y con o sin crianza. Para todos los gustos y precios, pues ya no es solo accesible para clases pudientes, los hay para todos los bolsillos.

 

Fuente datos estadísticos: I. N. V (Instituto Nacional de Vitivinicultura) y Observatorio Vitivinícola Argentino