Las provincias de Mendoza y San Juan, junto a otras en Argentina, están en momentos de cosecha. Trabajo que todos los años moviliza a mucha gente.
De manera manual o mecánica, de forma frenética se “levanta” la uva de los viñedos.
Cuando alcanza la madurez requerida por sus técnicos, hay que cosechar, no espera.
A partir de ahí hay trabajo en las bodegas, donde se recibe la uva. Se debe elaborar para transformarlas en vino. No se puede hacer una parte sí y otra en unos meses, Debe hacerse al momento de ingresar la materia prima.
No son tiempos para respiro. De esta industria regional dependen miles de familias.
Y aún restan para finalizar casi dos meses de arduos trabajos.
Pero este año hay un ingrediente inesperado, el Covid-19. Virus del que ya sufrimos más de un centenar de casos y tres fallecimientos.
Agrava los momentos difíciles que vivimos en Argentina.
El mundo teme por la pandemia.
Y no debemos estar al margen Conocemos nuestras obligaciones y responsabilidades para apagar esta enfermedad antes de que cobre muchas más vidas.
La exposición deberá ser la menor posible, estar todo el tiempo en nuestras casas para no propagar esta enfermedad. Pues sabemos que también puede ser asintomática.
La premisa es protegernos todos. A nuestros seres queridos y al resto.
El gran dilema es que no se puede modificar el momento de cosecha para dentro de dos o tres meses ni pedirle a las plantas que no terminen de madurar sus frutos para que esperen que todo pase.
Las pérdidas, de no poder hacerlo, serían catastróficas.
A la cadena comercial rota del mercado interno, con restaurantes y vinotecas cerrados o menores ventas en grandes superficies de supermercados, se les hará difícil poder cumplir con sus obligaciones.
Con comercios casi vacíos ya antes de la cuarentena obligatoria, que seguramente determinará el poder Ejecutivo Nacional en la tarde de hoy, Jueves 19 de Marzo, las recaudaciones serán mucho menores y no podrán afrontar sus pagos.
El comercio exterior con acuerdos establecidos pero en stand by en casi todos los países del mundo, pero mayoritariamente en el Sudeste asiático, se han dilatado algunos envíos. Argentina también por esta vía tendrá menores ingresos.
Por eso es que las negociaciones que se realizan desde las Cámaras empresarias son tan importantes, para lograr las excepciones a la cuarentena. Son contra reloj.
Tanto Juan Carlos Pina, desde Bodegas de Argentina, como Eduardo Sancho, desde ACOVI, declararon que hicieron presentaciones ante los gobernadores de Mendoza y San Juan, particularmente, y sobre todo, también, ante funcionarios nacionales.
Además, los diputados nacionales por Mendoza Alfredo Cornejo y Luis Petri enviaron una nota al Ministro de Agricultura de la Nación donde solicita la excepción de la cuarentena a las, que textualmente dice: “actividades industriales y agrícolas que por su estacionalidad no pueden ser diferidas en el tiempo, como es el caso de la vitivinicultura, presente en 18 provincias argentinas y pilar fundamental de las economías de Mendoza y San Juan”
Ojalá nuestros funcionarios entiendan que la excepción es la única manera de seguir adelante. No es capricho, es la naturaleza donde están involucradas miles de personas, a las que el trabajo les permite seguir y generar más vida.