Puntaje: 96
Cambió la imagen de este vino. Su etiqueta viró, desde lo tradicional cuando lanzaron su primera cosecha del 2004, a una imagen que envuelve la botella, donde cuatro figuras femeninas representan para la bodega, los momentos más importantes del Malbec en su historia.
Leonor de Aquitania junto al puente de Cahors (Francia), de donde se originó el Malbec, en la primera de ellas.
La segunda, es una inmigrante que simboliza la unión entre Europa y América.
La versión de la filoxera, en una imagen cadavérica con rostro femenino y calaveras que la acompañan, para graficar la desaparición de la cepa a finales del Siglo XIX, es la tercera.
Y por último, la imagen del renacimiento del Malbec recreada en Doña Zapata y simbolizada por Adriana Catena, que representa la maternidad, el nacimiento, la tierra y las riquezas del Nuevo Mundo.
Pero no sólo la etiqueta de este vino cambió. Las vides que le dan origen provienen de los viñedos Angélica (Lunlunta) que reemplaza al viñedo Adrianna (Gualtallary), yde Nicasia (La Consulta).
Como presagiando el final, al ver el color se puede influenciar. Desde que cae en la copa se nota peso y color tan intensos. Se expresa casi negro y es sumamente brillante.
En nariz aparecen frutas muy maduras con excelente combinación de madera: cedro y vainilla (fermentación en barricas con 20% de racimos enteros mas 12 meses de crianza) y leves especias como el clavo de olor.
En su ingreso en boca aparece dulce pero con densidad relevante. Acidez que sostiene su andamiaje, taninos amplios en proceso de redondear, con mucho mas que mostrar en el tiempo (parece muy joven) con fruta negra apreciable y una larga persistencia. Fino y elegante, con complejidad pero que augura será mucho mayor cuando crezca en reposo. De los vinos para guardar y esperar.
Que mas decir, uno de los grandes.
Precio: $ 2.420
Alcohol: 14,1°