Polémica por la concentración de vinos "Rollandianos"

A raíz de que el periodista chileno Patricio Tapia calificó de “animales” a un grupo de enólogos que trabajan para o cerca del “célebre” Michel Rolland, Fondo de Olla (demostrando una vez más su deseo de respetar todas las ideas) aporta dos visiones diferentes sobre el mismo tema. Opinan uno de los editores, Juan Carlos Fola, y nuestro columnista de vinos, José Luis Belluscio.
Miércoles, diciembre 21, 2011

PATRICIO TAPIA DESCALIFICA SIN ARGUMENTOS
Por José Luis Belluscio

Ante todo quiero aclarar que de ninguna manera es mi intención desacreditar a alguien por su nacionalidad, ni tampoco exaltar las bondades de los vinos argentinos per se. Explicaré por qué estoy convencido de ello. Me parece que cuando uno expone cuáles son los gustos propios, lamentablemente deja de lado la pobre condición (o alta) de saber discernir acerca de la calidad de determinados productos, en este caso el vino. Y a su vez, creo, menosprecia a los lectores, supone les interesa qué le gusta a él y qué no. Si hilara más fino, los mismos bodegueros alimentaron el monstruo.

Es indudable que Tapia, al ver a su industria vitivinícola amenazada en algunos mercados, pretende instalar desde sus notas una discusión, y de manera poco clara (o no) menoscabar los vinos argentinos o desprestigiarlos, para que algunos vinos chilenos tengan más posibilidades en mercados copados por productos con mejor relación calidad precio, como son los Malbec argentinos en EE.UU., nuestro principal mercado comprador.

La subjetividad es algo inherente al ser humano, pero cuando debemos comunicar intentamos hacerlo con la mayor objetividad posible, relevando calidades para revelar, caso contrario venderíamos productos. Y el periodismo no es eso. Por ello, resulta tan importante en el caso de los vinos, poder descubrir sabores sin conocer la etiqueta, a ciegas, para no estar influenciados por nuestro corazón, que siempre está presente para traicionarnos. Poner puntajes de vinos a etiqueta descubierta, por lo menos me parece desprolijo.

Marcelo Pelleriti (Bodega Monteviejo), Adrián Manchón (Bodega Cuvelier de Los Andes), Pablo Richiardi (Bodega Flechas de los Andes) y en menor medida, porque los conozco menos, Rodolfo Vallebella (Bodega Rolland), Silvio Alberto (Bodega DiamAndes) y Gabriela Celeste (EnoRolland), lejos de ser “animales” como dice esa nota, son apasionados profesionales enólogos, artesanos de vinos reconocidos en la Argentina y el mundo. Sólo hay que ir en momentos de cosecha para verlos lidiar con las barricas de roble nuevas en las microvinificaciones. O hablar con ellos después de un fenómeno climático (helada, granizo) que afecte sus plantaciones.

No hay duda de que los vinos de M.R. son difíciles cuando están jóvenes. Porque son vinos para guardar, algo que debemos aprender todavía. No tenemos experiencia en comprar vinos para estibar en nuestras propias cavas. ¿Cuántos son los que probaron un vino de Rolland con cinco o seis años de estiba en botella? ¿O acaso los vinos franceses de calidad se consumen recién salidos al mercado? Por favor, para aquellos que crean que estoy haciendo un parangón con los vinos franceses de gran calidad, no es así. Por ejemplo, he probado algunos Saint Estephe (región difícil para mí) de quince años de cosecha que no los pude disfrutar. Y el caso particular de Cos D´Éstournel 1986 (Saint Estephe) que recién disfruté (y muchísimo) en 2007. Quizás, estos vinos argentinos pensados para la guarda se disfruten recién a los cinco o seis años de cosecha. ¿Por qué no probar? ¿Acaso al enólogo de alguno de esos grandes Chateau franceses, algún inglés le dice “animal” por no poder probar esos vinos o no estén en su mejor momento? El consumidor decidirá si le gusta más o menos la concentración y la explosión, que es la técnica de vanguardia, lo último que se hace en Europa en vinificación, como me afirmó Rolland el día de la entrevista. Pero descalificar sin argumentos o puntuar sin limitar gustos propios o fuera de toda técnica, como lo hace Patricio Tapia, por lo menos me parece desprolijo.

Comentarios:

1. Martin Gutierrez dice: 21 diciembre, 2011 en 12:43

2. Coincido muchisimo en la opinion de Patricio Tapia. Los amantes del vino encontramos en algunos malbec argentinos una necesidad de disfrazarlos de cabernet. Sera que el verdadero paladar argentino no se corresponde con la necesidad del negocio??
En mi familia, mi padre de 60 años, es un “enfermo” del cabernet. Le gusta el vino con mucho cuerpo, pesado, que deje un rastro en la copa, con “mucho gusto a madera” como dice el. Para él, el malbec es vino de “putito” jaja. En cambio mi hermano de 32, es amante del malbec suave y joven. por lo tanto a veces tenemos que negociar, y la manera que lo hacemos es comprando estos famosos malbec “pesados” para quedar bien con los 2.
Creo que los enologos de nuestro pais se estan aprovechando un poco del exito del malbec y ya estan empezando a hacer cualquier cosa.
Seria bueno que no nos subestimen a los consumidores regulares de vinos, que si queremos un vino pesado y con gusto a madera sepamos que un cabernet de Carmelo Patti 2006 va como trompada, o si deseamos beber un malbec suave y joven un PULENTA ESTATE es ideal, pero no quieran vendernos gato por liebre.
No vaya a ser cosa que dentro de unos años los argentinos seamos los primeros de crear el malbec blanco.
Abrazo

2.3. Patricio Tapia dice: 21 diciembre, 2011 en 16:09

4. Juan Carlos, José Luis, Me de divertido mucho leyendo lo que han escrito. No está demás decir que es obvio que Juan Carlos es un genio, de una mente brillante como pocas. Mientras que José Luis necesita, urgente, ayuda especializada. Pero independiente de aquello, sólo dos cosas: nunca he tratado de animales a esa gente (por favor, lean bien la columna) y, segundo, los que me conocen saben que también me han tildado de antichileno o, en el mejor de los casos, pro-argentino por mis declaraciones hacia el vino de aquí y de allá, cuando mí única búsqueda es el vino de verdad, pero de verdad-verdad, venga de donde venga. La vida es cruel, no les parece? Un abrazo.

5. Adolfo dice: 21 diciembre, 2011 en 18:17
Con el respeto debido: no veo que Patricio Tapia intente descalificar a los vinos argentinos, bien por el contrario trabaja para una señal argentina y es bastante ecuánime en sus dichos. Segundo no creo que un tipo “venga de afuera” si es uruguayo, paraguayo, boliviano o chileno – por motivos históricos culturales sociales etc. Y si así fuera es de buen gusto ni siquiera mencionarlo. Tercero soy un asiduo seguidor de sus programas ya que -aunque no me interesan los temas relativos al vino o al whisky en particular- los hace amenos. Ello porque conoce y ama su tema y lo explica de modo tal que despierta un interés cultural, creando un clima de calidez y de confianza con el espectador. Cabe destacar que para los brasileños la palabra “animal” es un elogio, de modo que habría que ver que sentido le quiso dar al término. Por último, existe hoy día un clima de sensibilidad en el que no se pueden decir cosas contundentes porque todo el mundo se ofende o se siente agraviado, el cual repudio. Valoro las opiniones fuertes, aún cuando pudieran llegar a estar equivocadas. Muchas gracias!

6. José Luis Belluscio dice: 22 diciembre, 2011 en 8:01
Patricio:
Desde ya me intención no ha sido la polémica. Pero dos cosas me gustaría aclarar.
En tu nota leí “trío de salvajes”, que según el Diccionario de la Real Academia Española “se dice del animal que no es doméstico y generalmente de los animales feroces”. Si no se emparenta con animales…

Respecto la ayuda especializada que necesito, quizás como todos, que debemos superarnos día a día. Sea una ayuda humana o profesional a la que te refieres. Creo no ser soberbio en ninguno de mis actos (personales o profesionales).
Gracias igualmente por tu consejo.
Es cierto, la vida es cruel.
Saludos

7. Leandro Caffarena dice: 22 diciembre, 2011 en 10:31
La verdad que considero que los argumentos de Tapia son bastante razonables. Además me pareció fantástica su incursión escocesa. Hay que irse a vivir a Jura, a Islay o a Skye y dejarse de joder con el vino.

8. Maximiliano Morales dice: 22 diciembre, 2011 en 12:46
Desde que trabajo en el mundo del vino a partir del año 2001, he leído a Patricio Tapia, el cual ha mantenido una línea crítica y analítica para todos los vinos que ha degustado para transmitir una opinión personal fidedigna sin nacionalismos ni favoritismos para ningún país. Creo que siendo una de las voces más influyentes de latinoamérica en el vino genera este tipo de debates. Necesitamos más auto-crítica y discusión!! También necesitamos más líderes de opinión que crucen las fronteras de los medios nacionales….y que los lean en el extranjero. Ahi falta mucho por hacer!
Feliz Navidad a todos!
Maximiliano Morales
Ingeniero Agrónomo
CEO AndesWines.com

Marcelo Chocarro dice: 27 diciembre, 2011 en 23:52
más allá de las notas y contranotas, veo que falta una parte en todo lo que expresa Patricio. Lo veo y escucho muchas veces por la señal del Gourmet pero no encuentro coincidencia en lo que dice y lo que escribe. mejor dicho, su oratoria muchas veces en corta o entrecortada, dubitativa, deja frases a medio terminar es decir no termina conceptos …. en cuanto a su pluma es todo lo contrario prolija, incisiva, de buen vocabulario, redonda será el mismo Patricio?

Pedro Parra dice: 31 diciembre, 2011 en 10:57
Hola, escribo corto ya que recien me entero de este enredo. En mi condicion de chileno que conoce bien ambas realidades, y que trabaja en ambos lugares con mucho placer, pienso que mi opinion puede ser interesante :
1. a Pato Tapia en general en chile se le considera un periodista fuertemente abanderado con mnedoza, lo que no es facil de llevar para el me imagino. Se le ve cuando habla, que disfruta hablando de mendoza, de una forma que a veces aca en chile nos da envidia. Le brillan los ojos.
2. las criticas que el hace alla, son las mismas que hace aca. Rolland no trabaja aca, casi (solo 1 bodega) pero si uds deciden meterse de verdad en el tema, lean las criticas de pato que ha hecho en los ultimos 2 años para los vinos chilenos. Claramente hay un hilo conductor, una busqueda de algo, que aun no encuentra, o encuentra de a poco.
3. Si tener opinion y gusto particular es un problema para un critico, no lo se, yo como consultor que si tengo mis gustos y mis opiniones muy profundas, si lo es, y he debido aprender, sin mucho exito, a morderme la lengua.
4. El punto de fondo que yo leo es el siguiente : si tienes un terroir bendito, en chile o argentina, expresalo, no lo ocultes, sea cual sea el resultado. Si estas convencido de tu terroir, porque operarlo tanto? o no te convence, o lo que de ahi sale no te gusta tanto? entonces vende tu campo y busca otro no? Yo soy un anti operacion, mis vinos no se operan, cero, y punto. Y si mis vinos van a la quiebra, como alguna vez dije, me pongo de cajero de supermercado y sigo trabajando ahi. Ese es el concepto, creo que leer en esto un acto anti argentino o pro chileno es muy futbolero,
5. No conozco la gente involucrada ni sus vinos, salvo Clos de los siete que me ha tocado probar algunas veces. No puede tener opinion sobre esos vinos ni de ellos por ende. Pero si conozco profundamente la cocina interna de ambos paises, quizas mejor que nadie, por ser el unicot ipo que trabaja tanto en ambos paises. Por eso insisto, la busqueda de Pato no va asociada a una critica anti argentina o pro chilena, ya que en chile es aun mas duro sobre el mismo punto. Va hacia el respeto del terroir. Y nadie dice que todos deben respetar el terroir, eso lo hace quien quiere, pero en democracia todos pueden opinar.
Un saludo
Pedro

Escrito por Fondo de Olla el Miércoles, diciembre 21, 2011 • 8 Comentarios

No hay que ser chauvinistas por Juan Carlos Fola
En primer lugar quiero decir que me importa un bledo lo que opina Patricio Tapia, periodista trasandino al que han hecho famoso aquí los programas de El Gourmet.com y su revista homónima. Pero descalificarlo porque sea chileno, o quizá porque algunos piensan que trabaja a favor de los intereses de las bodegas de su país, resulta totalmente inaceptable. Hace poco, explotó la bomba cuando el mediático Patricio Tapia escribiera en la Revista Elgourmet.com acerca del Malbec de laboratorio. Muchos creyeron ver en sus declaraciones una especie de cruzada a favor de los vinos chilenos, contra la cepa más reconocida que tiene nuestro país en el mundo vitivinícola. El tipo dijo, palabras más palabras menos, que algunos Malbec argentinos se tienen que beber con tenedor y cuchillo. Se refiere a aquellos que tienen “mucha madera, una concentración enorme en sabores, más un color intenso, sangre brotando de las venas”… “astringencia, dureza, vinos que raspan el paladar”. Y habla después de la sangría, cual un Brascó chileno. Los “Rolland boys” locales se pusieron como locos.

Una tormenta de chauvinismo se desató sobre las espaldas del crítico chileno. Ahora bien, sabemos que los yanquis les gustan (por ahora) estos vinos “apetrolados” salidos de las calderas de EnoRolland, y por eso los hacen aquí, para vender mucho. Son todos iguales, globalizados, imposibles de determinar en su origen, terruño, cepa, enólogo, ingeniero agrónomo, etcétera. Es verdad que los vecinos están preocupados por el auge de nuestros vinos en el enorme mercado yanqui. Pero Tapia también es capaz de hablar maravillas de los Cabernet de Carmelo Patti, de algunos vinos salteños, como también lo hace generalmente de los de su patria. A diferencia de muchos (la mayoría) de mis colegas y de sommeliers dedicados hoy a la escritura, creo que si bien Rolland ha hecho una gran contribución para que nuestros vinos tuvieran un espacio en el mercado internacional, no es responsable ni siquiera mínimamente de los grandes vinos que tiene nuestro país. Tampoco creo que el francés, como se dice, haya formado un semillero de fabulosos profesionales (que hacen en teoría lo que él les pide y enseña).

Patricio eligió como destinatarios de su despiadada crítica, a tres enólogos “rollandianos” como Marcelo Pelleriti, Gabriela Celeste y Adrián Manchón. Los calificó como “Los tres salvajes”. Pero hay que poner las cosas en blanco sobre negro. Es verdad que no hace falta que venga un tipo de afuera a pontificar sobre los vinos argentinos. Pero tampoco se puede descalificarlo por simple chauvinismo. En lo particular, coincido con él en lo de los Malbec a los que les agregan “esteroides”, les hacen “tetas grandes” y les “operan la cola”. No me gustan para nada, son vinos distorsionados, que carecen de buena parte de las características naturales de la variedad. Prefiero una mujer de 50 con arrugas que la que disimula los años con mucho botox y bisturí. Basta de defender lo indefendible, no se puede hacer chauvinismo barato para descalificar a un tipo que prefiere el Malbec en estado natural antes que los “rollandianos operados”. Y terminen enólogos, periodistas y sommeliers con tanta cháchara. Si los argentinos hacemos vinos buenos y trabajamos mancomunadamente como industria, los chilenos no tendrán chance con nosotros. Con Tapias o sin Tapias.