LO QUE DEJÓ EL AÑO VITIVINÍCOLA 2011
Escrito por José Luis Belluscio el Lunes, enero 30, 2012 · 15 Comentarios
La Argentina tiene problemas económicos desde hace algunos años, y esto no es novedad. Y la industria vitivinícola en particular, está complicada en su desarrollo por diferentes motivos. Las trabas a las importaciones (insumos), la inflación (aumentos de costos en insumos, servicios y mano de obra) que significó aumentos en dólares, la cosecha inestable y despareja de acuerdo a cada una de las regiones, los manejos del agua para riego, la falta de mano de obra en la cosecha por los planes “descansar” que ya llevan ocho años, las pujas entre bodegueros y las provincias, el valor del dólar casi estancado, la carísima cadena de comercialización donde el productor de uvas es el que menos gana, son algunos temas que inciden en el accionar del sector.
El deterioro en las ganancias de los bodegueros en el mercado exportador, es constante en los últimos años por la inflación. Debido a que los insumos tienen precios críticos (botellas, etiquetas, cápsulas, corchos) muchas bodegas perdieron mercados de vino embotellado y volcaron esos excedentes en el mercado interno, con el consiguiente aumento en la oferta, y si ya estaba poco flexible la demanda, imaginen con esa sobreoferta. Para finales de 2010, el consumo anual per cápita era de sólo 25 litros.
Con suerte, el 2011 podría hacer cerrado con una estabilización en esos mismos valores. Recordemos que a principios de la década, en 2001, los argentinos bebíamos un promedio de 36 litros por año. Ya es muy preocupante el consumo total para seguir planteando estrategias de marketing y publicidad que, poco o nada, modifican de manera positiva la aguja. O al contrario, se estanca o sigue cayendo, lo cual en vez de preocupar debería ocupar a todas las agencias que se contratan, y a quienes lo hacen sin éxito al momento. Con gastos millonarios en artistas, donde lo único que se logra es emocionar a los presentes en los diferentes spots y a quienes tienen la oportunidad de asistir a los ensayos, pero de “pegarla” con el mensaje, nada.
Hubo un gasto millonario en publicidades a corto plazo, cuando cualquier avezado en la materia sabe que debe hacerse una inversión para que perdure en el tiempo. ¿Por qué? Desde la reconversión de la vitivinicultura (década del ’90), ésta es una industria pujante, que salió a mostrar su producto al mundo con propietarios exitosos y eficientes. En exportaciones llegaremos a los 1.000 millones de dólares, con un crecimiento cercano al 20%. Los vinos fraccionados en botellas constituyen la forma que más se vende, según datos a octubre de 2011 (Fuente: Caucasia W.T.) pero los despachos de cajas de 9 litros de hasta 18 dólares FOB caen de manera abrupta, más del 46% respecto del 2010. Se recupera el mercado y gana en el resto de los segmentos de mayor precio, y también en espumantes, mostos y vinos a granel. En la general, cae la cantidad (en volumen) de vino exportado, pero aumenta en cantidad de dólares totales.
Mientras en 2003 el precio promedio por caja de Malbec era de casi 26 dólares, a la fecha es de más de 38 dólares. Los motores de la exportación del vino argentino son nuevamente las cepas Malbec y Torrontés. Y los mercados que más demandan son EE.UU., Canadá, Brasil y el Reino Unido. .
La cosecha del año 2011 estuvo signada por problemas climatológicos importantes. A la helada en noviembre del 2010 y el granizo ocurrido en febrero de 2011 en varias zonas de Mendoza, que significó pérdidas enormes en cantidad de kilos, se sumaron la lluvia y días nublados durante la época de “terminación” de las uvas. Ejemplo: en Salta retrasó la cosecha (como también lo hizo en todo Mendoza) y en algunas fincas las uvas blancas no alcanzaron la calidad necesaria para los vinos de alta gama. Por ejemplo, algunas bodegas de Cafayate decidieron no elaborar vinos Premium de Torrontés.
Para Mendoza, en las zonas donde no hubo problemas climáticos críticos con pérdidas de kilos, la calidad de las uvas fue superlativa, con madurez polifenólica y sanidad casi perfectas. Pero la provincia cuyana está en emergencia hídrica desde hace más de un año El deshielo en alta montaña se atrasa por las bajas temperaturas, cuando en el campo éstas aumentan y se elevan las necesidades de agua, amén del derroche y malgasto en las ciudades y otras actividades agrícolas, y cuando no se hacen pozos que aunque autorizados sufren de fallas serias. Y no olvidarse del viento Zonda, que genera calor intenso y consume parte de las exiguas reservas.
Hay síntomas para tener en cuenta y saber leer luces de cuidado. Mientras en dólares se generan más ingresos por exportaciones, pareciera que hay algunas categorías que pierden rentabilidad y será difícil remontarlas si es que el panorama interno aclara. Pero lo importante es que la Argentina tiene año tras año mejores vinos.
Jose Luis, como siempre sus datos y la realidad que comunica es muy correcta.
Este año en la industria nos preparamos para algo asi como la “sintonia fina”, ya que las señales o sintomas de las que nos hablas son muy claras y debemos estar preparados para afrontar las dificultades.
Un abrazo grande!
Excelente articulo, el mensaje y las cifras corresponden a la realidad.
Felicitaciones
Jose Luis, tu notoa retrata exactamente lo que esta sucediendo en la industria.
abrazo
José Luis, muy bueno tu informe, realmente a pesar de las dificultades la Vendimia 2011 fue mucho mejor de lo que originalmente se esperaba, especialmente en calidad. En general caldos balanceados que lograron una particularidad difícil de repetir.
Te felicito
Muy buena Cronología, y con datos sin dudas de las mejores fuentes.
Abrazo y como leí por ahí a sintonizar fino en el 2012
Los datos son muy preciso y correctos. Hay que saber sacar provecho a las distintas inclemencias del tiempo. La disminución de la producción aumento la calidad, para los tintos ha sido un gran año.
6 febrero, 2012 en 10:13
Aunque durísima la realidad, es bueno entender en pocas palabras las realidad del mundo vitivinícola!
Excelente radiografia de la situación actual de la vitivinuculturo. Se ajusta a la raildad que todos los años enfrentan empresarios y trabajadores de la industria, agregando tambien el porcentaje de uva destinadas a jugos o mostos de uva que suman incertidumbres al sector. Ni hablar de los porblemas en levantar la cosecha.
Lic. Jose Gómez-Finca Agostino Hnos.
Muy aguda y acertada radiografía de la realidad que le toca vivir al pequeño empresario ( y al grande también) de esta industria. Cuando no es la naturaleza, son las reglas de nuestra intrincada economía y la gran presión fiscal que este sistema impone al que genera riqueza con su esfuerzo y riesgo personal.
Coincido con la nota en cuanto a la pobreza de la publicidad y lo que se gastó en ella, con los artistas que cobraron fortunas. Pero discrepo con lo de las exportaciones, ganarán menos las bodegas pero el negocio sigue siendo muy rentable. La industria llora por los insumos que son difíciles de importar y el dólar planchado, pero al menos no pagan 35% de impuesto para exportar como los sojeros. Todos lloran, pero qué puede decir un tipo que cobra el plan “descansar”, que apenas le sirve para darle de comer a sus hijos o ni siquiera eso. Porque si prefieren no trabajar es porque levantar la cosecha les arruina la salud y les pagan miseria. Déjense de llorar.
Muy bueno tu informe. Y hay mas para cortar sobre nuestros vinos, las reglas que se nos imponen para a trabajadore y empresarios creativos y pujantes son verdaderamente malas, no ayudan, no colaboran y creo que restan, a el avance que se sostuvo durante muchos años.
Me gustó la nota, resume bien parte de la situación. A mi me parece, que de todos los temas tocados, hay uno que es fundamental: la perdida de mercado frente a otras alternativas. La comunicación no es suficiente y se está haciendo mal. Los mensajes no son, en general, bien elegidos. Por otro lado, periodistas inclusive, hablan de la industria vitivinícola cunado en realidad están haciendo referencia a un segmento chico de la misma. Sobre el negocio de la base de la prirámide nadie habla y poco se comunica.
Yo creo que hay que empezar a darse cuenta que el consumidor quiere escuchar otras cosas. En fin, es un tema muy largo para desarrollar aquí.
Rescato de la nota que pueda hacer llegar información sobre la otra cara de esta industria, para que vean, quienes estén interesados, que no se trata todo de glamour y romanticismo.
Saludos
Carlos Navarro
La nota es muy íntegra, sintetiza muy claramente los temas pilares q definen la situación económica del negocio y detalla cifras e indicadores precisos.Es la realidad q tenemos que desafiar como gestores del negocio,buscando nuevas alternativas para aportar a este maravilloso mundo del vino Argentino!!!
La nota está redactada con mucha pasión, investigación y conocimiento de la realidad Vitivinícola, solo agregaría que la helada no fué total pero si afectó grandes sectores del Valle de Uco y Luján donde se producen algunas de las uvas de los grandes vinos Mendocinos.
Buen análisis de la realidad vitivinícola
Abrazo
Arnaldo