GUÍA de MALBEC LA ACTUALIDAD del MALBEC en ARGENTINA

Breve reseña histórica:

 

Argentina es un país vitivinícola desde antes de la creación del Virreinato. Nuestro pueblo tiene en la sangre el sabor del vino, y mucho más con la llegada de los inmigrantes españoles e italianos y su sapiencia en la elaboración.

Algunos de ellos a finales del siglo XIX y principios del XX, fundaron bodegas, de las cuales hoy, algunas son de las más afamadas.

 

Pero fue Domingo Faustino Sarmiento, quien ante el gobernador de Mendoza Pedro Segura, recomendó contratar en 1852 al agrónomo francés Michel Aimé Pouget para diagramar lo que luego sería la Quinta Nacional de Agronomía.  Fundada en 1853, introdujo los cepajes franceses finos (entre ellos el Malbec), para difundir la elaboración de vinos con mayor calidad enológíca.

A Pouget también se le encomendó su dirección.

 

Wines of Argentina eligió el 17 de Abril de cada año para celebrar el Día Mundial del Malbec, fecha que conmemora la presentación en la Legislatura Provincial del proyecto de la fundación de la Quinta Agronómica. .

La cepa emblema de Argentina tiene su día en el calendario mundial.

 

Wines of Argentina es la entidad dedicada a promover la marca e imagen país, y a difundir la cultura del vino argentino en el mundo. No solo es símbolo de la transformación de la vitivinicultura argentina sino el punto de partida para el desarrollo de la cepa.

 

Algunos números del Malbec:

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Es el 61% de los vinos varietales exportados por Argentina.

41.301 has. Cultivadas, lo que representa el 18,7 % del total de vides implantadas La provincia de Mendoza posee el 85,5% del total.

Producción total/país año 2017: 3.096.762 de quintales

Principal comprador de Malbec varietal: EEUU 37,3%, seguido por el Reino Unido con 20,7% y Canadá con 7,2%

Fuente INV

 

 

Actualidad:

 

Hemos pasado por diferentes encrucijadas económicas y vaivenes políticos, sinsabores en materia de erradicación de añosos viñedos o de cierres de grandes  bodegas.

Pero seguimos adelante, somos un país vitivinícola por excelencia y nos posicionamos en el mundo como el 6° productor mundial, 8° en consumo y 9° en exportaciones en u$s (Fuente OIV). Números impensados como productores de calidad y ventas globales tres décadas atrás.

La industria vitivinícola es fuente de trabajo para muchas familias de manera directa o indirecta, además de ser una actividad con fuerte valor agregado.

 

Causa de la baja en el consumo:

 

La baja en el consumo interno de vinos, que se manifiesta de manera sostenida en el tiempo (ver cuadro en página de inicio), también durante 2018 (Enero/Agosto 2018 contra mismo período 2017: -4,6% en hl. todas las categorías Fuente INV) creemos tiene diversos motivos, que enumeraremos de manera resumida.

La política de precios de algunas compañías parecen nocivas para el consumidor, donde tres días a la semana consigue precios con descuentos del 30/40 o 50% y el resto a precio lleno. ¿Cuál es el precio verdadero? Eso desorienta.

 

Claramente la inflación fue y es uno de los factores que determinaron esa baja en el consumo y distorsionó toda la economía, los precios en especial y golpeó fuertemente en productos como el vino que no son de necesidad básica a pesar de ser un alimento.

 

¿Nuevo estilo de Malbec?:

 

Creemos firmemente que otro de los problemas de la caída en el consumo de vino es el concepto del nuevo estilo. Refleja una verdad parcial y halaga vinos en muchos casos defectuosos o al menos fuera de los parámetros de calidad para un país como Argentina por su clima.

En este tiempo es difícil entender para el consumidor los términos que se utilizan para querer demostrar estar a la vanguardia en la comunicación, me refiero a la “frescura del vino”. Algo que si uno, desde este lado quisiera desentrañar sería: de madurez dudosa.

Es verdad que las cosechas 2015 y 2016 fueron complicadas por cantidad y calidad de las uvas, y la 2017 por cantidad.

 

No podríamos cuestionar decisiones de bodegueros o enólogos de acortar períodos de crianza pues dependerá de las uvas producidas, de política empresarial o del estilo. Pero respecto de la madurez de las uvas creemos que hay un problema.

Hoy en Argentina hay comunicaciones que estimulan la baja del consumo. Desde el marketing o la prensa nos enfocamos en resaltar lo que piden algunos “gurúes” foráneos a establecer contacto con nuestros consumidores.

Hemos mezclado términos como madurez, sobremadurez, menor crianza y menor alcohol con “mejores vinos” o “es lo que pide el mercado”.

 

Estilos en la historia:

 

En la historia hemos pasado por diferentes modas en materia vinos, siempre hablando de finos, aunque actualmente no sea una categoría per se. Es justo decir también que el Malbec durante mucho tiempo (hasta la década del ’70) se lo utilizó para cortes de vinos con el fin de agregar color y estructura.

 

Algunos ejemplos de modas o estilos fueron: durante prolongados años las uvas se cosechaban con menor madurez a la aconsejada, con muchos quintales por hectárea, y el producido de esas uvas en la fermentación daban vinos a los que se le practicaban largas crianzas en grandes toneles de roble francés, lo que exponía al vino a oxidaciones importantes al salir al mercado.

En otra época, reconversión mediante, con sobremadurez en las uvas, sangría en bodega y mucho tiempo de crianza en pequeñas barricas de roble, que como resultado daba vinos voluptuosos, profundos, masticables y más, pero muchos de ellos con poca vida.

Pasamos a los vinos elaborados con IPT (Índice de polifenoles totales) ideal, con buena madurez fenólica, para luego realizar crianzas menores a las de antaño (aproximadamente a partir de 2005/2006)

Traducido y resumido, hasta la reconversión la enología era de papeles: mayor cantidad de kilos con fechas estimativas de cosecha guiados por el calendario. Y a partir de ella es sensitiva, donde comienza a tallar la mano de los Ingenieros Agrónomos y Enólogos (para trabajar en conjunto) y determinar en acuerdo, la madurez de las uvas.

 

Otros y no muy lejanos tiempos de comunicaciones que aún subsisten, sobre vinos con mineralidad, donde a los mismos enólogos les cuenta discernir y el cual creemos que en Argentina es muy difícil encontrar en blancos o imposible en tintos. Ahora si además le explicamos esos términos al consumidor imaginen Uds. si entenderán. .

 

No hace mucho, hablaron sobre la imperiosa necesidad de comunicar las diferencias de los suelos y para notarlo también en la boca, y no hablamos de descubrir Salta (al menos muchas veces reconocible) sino que nos pedían difundiéramos las diferencias de suelo de Gualtallary con Altamira, para que el consumidor palpara que uno posee sabores calcáreos.

El 99% de los consumidores no entiende este lenguaje, es críptico, se asusta ante este tipo de consignas. Y ante la imposibilidad de entender algo que tiene que ser tan sencillo como “me gusta” o “no me gusta”, se escapa, no consume vino.

 

Tampoco creemos que el consumidor argentino pida vinos sin madera o que no se note, o que tenga menos volumen o menor graduación alcohólica.

Aseguramos, que la mayoría de los que compran vino no van a leer la etiqueta para saber la graduación alcohólica. Ni he visto a nadie pararse dos o tres o cuatro horas en las góndolas de los supermercados o vinotecas para saber qué vino elegir después de haber leído todas las contraetiquetas.

 

Jamás nos tocó junto a consumidores, que rechacen un vino por tener larga crianza (12 a 18 meses para Argentina, rara vez 24) o alto grado (15° o 16°). Cuando los vinos están bien integrados o poseen buena amalgama, la alegría derrama.

Desde aquí avisamos que cuando degustamos con consumidores avezados o no, y logran descubrir síntomas de crianza y buen volumen en boca, aplauden.

Y si no, está disponible en la página, en este trabajo realizado a ciegas, vinos de esas graduaciones alcohólicas con altos puntajes.

 

Molestan aromas herbales o vegetales, aunque se explique al comprador de vinos que están de moda los “vinos frescos” (mal entendido el término “fresco” para comunicar como tal) y sean furor en otras latitudes. ¿Lo son?

Se podrían elaborar vinos tintos frescos, con equilibrio alcohol/acidez/madurez, como en más de un caso otrora existían los Nouveau, con Malbec o con otras uvas, claro.

Viva la diversidad. Aquí aplica la regla, cuanto más, mejor.

 

Hemos encontrado algunos de estos Malbec, repito, en general de cosechas 2016 y 2015, donde en algunos es plausible la influencia del año climático, pero en otros pareciera por estilo.

Y no sería inteligente si dejáramos pasar aquello que nos brinda el sol, la cantidad de horas de radiación solar sobre nuestros campos y por ende la madurez.

Reitero, y no de sobremadurez, conceptos completamente distintos. La tierra bendecida por nuestros frutos maduros, donde debemos cosechar sin sobremadurez. Creemos imperioso lograr el grado óptimo del índice de polifenoles totales dependiendo el rango de calidad y precio al que apunte cada bodeguero.

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Hablar con extranjeros y de Malbec es siempre escuchar que nuestros vinos poseen fruta madura y muchas veces masticable. El sinónimo de Malbec en el mundo es la franqueza con la que se descubre la fruta madura.

Y hoy agregamos como resultado de muchos años de trabajo consciente, muchos vinos con muy buena guarda en el tiempo (más de 10 años), también impensado hace dos décadas.

 

No podemos entender los vinos con frescura por la falta de madurez en las uvas y sin equilibrio. Que exista mayor acidez por fruta sin terminar de madurar ¿en regiones vitivinícolas con sol (siempre hablamos en años normales en cuanto a clima se refiere) más de las 5/6 partes del año?

 

Por lo que explicamos, vemos que hay un movimiento hacia ese tipo de vinos, aún pequeño, no son más de 30. Pero “hacen ruido” por estrategias de marketing o comunicaciones importantes. Creemos que influenciado por quienes evalúan nuestros vinos para el mercado externo. Ojalá no perdure. Podría distorsionar sabores propios de la uva Malbec e incluso del lugar, donde influyen clima y tierra. Y es independiente de la cantidad de crianza a la que se lo exponga.

 

En contrapartida, encontramos grandes vinos Malbec, sin exagerar.

Muchos de cosecha 2013, gran año para Mendoza, algunos pocos de 2012 y otros muy pocos 2011, como se verá en la sección “Catas y puntajes de vinos” y al terminar la publicación de la guía, cuando sumemos el cuadro final con todos los puntajes en orden, de mayor a menor, con nombre, bodega y año de cosecha.

Y estos grandes vinos son muchos más. Gran expresión de Malbec argentino.

 

Pasaron por nuestra mesa de cata más de 400 etiquetas (para ser exactos 420), de 137 bodegas de diferentes regiones del país, de los cuales publicamos 391, como para que este trabajo sea una buena referencia del Malbec argentino.

Todas nuestras degustaciones fueron a ciegas, con temperatura controlada en vinos y ambiente, con la particularidad de que en algunas de esas citas de degustación invitamos y compartimos con actores del mercado, de manera individual, desde propietarios de bodegas, bodegueros, enólogos, gerentes comerciales y de marketing, periodistas del interior y distribuidores o representantes y hasta un bodeguero elaborador de Malbec en EEUU. El motivo fue que tengan idea de la dimensión y el respeto para cada una de las botellas degustadas.

 

De los vinos que recibimos, hemos descubierto que hay jóvenes profesionales que empujan para ser grandes enólogos dentro de un tiempo, caso Matías Riccitelli, Paco Puga, Rafael Domingo, Ernesto Bajda, Thibaud Delmotte, Alejandro Pepa, Santiago Mayorga, Pablo Richardi.

Enólogos instalados que serán quienes reemplazarán, por cronología y grandes vinos en el tiempo, a los grandes enólogos del día de hoy, como Mauricio Lorca, Marcelo Pelleritti, Pablo Cúneo, Alejandro VIgil, David Bonomi, Héctor Durigutti, José Hernandez Toso, Gustavo Bauzá, Philippe Caraguel, Silvio Alberto, Adrián Manchón, Rodolfo Vallebella.

Y los enólogos de siempre, “los grandes”, que tienen más de 30/35/40 cosechas a cuestas, los que no fallan cuando dicen “este es un gran vino”: Daniel Pi, Mariano Di Paola, Roberto de la Mota, Jorge Riccitelli, Pepe Galante, Roberto González, José Luis Mounier.

 

Creemos firmemente en el Malbec argentino, en la gran calidad que hemos descubierto en la guía, de los que casi el 20% con altísima calificación (34 con 92 puntos, 28 con 93 puntos, 23 con 94, 15 con 95 y 4 con 96 puntos), con su sabor distintivo aunque se reflejen diferentes estilos.

Se verá que en este trabajo hay no solo vinos tintos de Malbec sino también cosechas tardías, estilo passito, encabezados y un particular blanco, para que el espectro sea bien amplio.

El Malbec es una uva versátil, se la pueda vinificar de diferentes maneras, diferentes tipos de vinos. Y la calidad, como se podrá ver en la guía, no se altera. Se realzan diferentes matices de su sabor.

 

Los espumantes, otra de las formas posible para elaborar Malbec, en este caso con segunda fermentación para la creación de burbujas, donde algunos lo utilizan,  los dejamos para otro trabajo que saldrá más adelante, para la época donde mayor consumo se registra.

 

Renglón aparte para los grandes vinos por relación calidad precio que están enumerados por separado, donde se resalta la calidad por un precio más que posible a muchos bolsillos.

 

Los vinos que asesora Michel Rolland (DiamAndes, Flechas de los Andes, Monteviejo, Cuvelier de los Andes) y los propios (Bodega Rolland y San Pedro de Yacochuya) han tenido excelentes puntajes en esta guía, dando una vez más la pauta que no pierde vigencia después de treinta años en la Argentina.

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Empresas como VIcentín que emprendió un camino de afianzamiento en el mercado, hasta con compra de otra bodega, donde sus vinos han cosechado muy buenos puntajes.

El Grupo Peñaflor, primer exportador y elaborador de vinos de Argentina (Trapiche, El Esteco, Las Moras, Suter, La Mascota, Navarro Correas, Santa Ana, Bemberg Family-aunque no estuvieran aquí sus vinos-) posee 3200 hectáreas y produce grandes vinos en cada una de sus bodegas, ratifica cada año su calidad, y con precios para nada descabellados. Es dirigida enológicamente por Daniel Pi. Y en viñedos por Marcelo Belmonte.

Uno de los grandes Malbec de Argentina en este trabajo es de ellos.

 

Pequeños establecimientos como Sposato (con dueños americanos), Familia Blanco, Vinorum, Melipal, Ruiz Torrens, Vallisto, Vistalba, Decero, De Ángeles, Melodía, Sophenia, Dolium, Deumayén, Atamisque (con Philippe Caraguel al frente) o Alpasión que nos parecieron increíbles.

 

Bodegas tradicionales y antiguas, como Vasija Secreta, Quara, Jean Rivier que destacamos por su calidad y por sus precios, acomodados en todos sus vinos.

 

De Neuquén, Bodega Familia Schroeder, que por la zona (es nueva) la podríamos considerar tradicional pues está desde sus inicios, con Leonardo Puppato en la dirección enológica, nos encandiló con su calidad, los puntajes logrados,  como cuando surgió.

 

Bodega Colomé es uno de los faros del Noroeste argentino desde que Thibaud Delmotte es su enólogo. Y ahora con asesor de lujo, Jorge Riccitelli.

Aunque los probáramos allá, no tuvimos para esta guía Altura Máxima y 1831, vinos que no nos cabe duda podríamos haber considerado entre los grandes Malbec de Argentina. Una pena.

 

En plena etapa de reconversión, Bodega Bianchi, ahora también con bodega en Tunuyán (Valle de Uco), y de la mano de Silvio Alberto (Gerente de Enología) redobla la apuesta para estar entre las primeras de Argentina, que aunque no hayamos podido probar su Malbec de más alta gama, obtuvo muy buenos puntajes.

 

Bodegas con pocos años de vida como Caelum, que con resultado excelente nos sorprendió, con la enología de Giuseppe Franceschini, a quien no conocemos.

 

Muchos bodegueros que entienden qué pide el mundo, y trabajan de bodegueros.  Algunos pioneros en la cultura del Malbec, por caso, Alberto Arizu (p) y Nicolás Catena desde sus grandes bodegas Luigi Bosca y Catena Zapata respectivamente, con gran andamiaje por sus estructuras.

Herve Fabre incansable transmisor de la cepa en el mundo, con crecimiento constante desde su instalación hace 26 años.  A los que se agregan por su trabajo desde su bodega y en WofA, Patricia Ortiz (Bodega Tapiz), incansable viajera y cultora de la excelencia.

De Bodega Nieto Senetiner y Cadus ya hablamos en la primera parte de esta guía, pertenecientes a la empresa Molinos Río de la Plata, forman parte del selecto grupo de mayores exportadores de Argentina en el rubro.

 

Por último, de los 420 exponentes de Malbec que tuvimos en nuestro escritorio pudimos ver con que cerró, cada una de las bodegas, sus botellas.

El 61,73% utiliza corchos en todas sus formas, calidades y tamaños (naturales, colmatados, técnicos o aglomerados), el avance de DIAM es interesante, donde el 21,65% los posee, incluso en la muy alta gama, donde comprobamos DIAM30.

Los tapones sintéticos (13,48%), y las tapas a rosca (3,14%) son los otros cierres utilizados.

A nuestro pesar hay pocas botellas, en número (sólo 13), cerradas con tapa a rosca, que creemos un excelente cierre para aquellas botellas de consumo rápido, rosados y la gran mayoría de vinos blancos.

 

 

CONCLUSIÓN:

 

No pensamos que tendría que haber otro cepaje para conquistar al mundo, si más Malbec. Ordenar nuestros estilos.

Quizás, y solo para acompañar, como nos explicó Alberto Arizu (h) en la entrevista, donde pidió por vino blanco para exportar en mayor cantidad, (Chardonnay o Torrontés). .

Creemos que la nueva moda de “vinos frescos” no condice con el clima de Argentina o al menos que la frescura no debería ir de la mano de la falta de madurez de las uvas.

 

El esfuerzo de todos los bodegueros por trabajar nuestra uva emblemática es encomiable, probamos muchos vinos, hubo muchas sorpresas y gratas revelaciones. Precios de góndola irrisorios con calidad. Amén de grandiosos exponentes.

Señores bodegueros, más Malbec para el mundo.